Cuando lo pobre es
bello
En los llamados
pueblos negros de Guadalajara, la arquitectura convive con la naturaleza en
perfecta unión. La historia y la forma de vida de sus habitantes que han
aprovechado los escasos recursos y materiales de su entorno para levantar unas
atractivas y vistosas construcciones basadas en paredes y techumbres de pizarra
y piedras oscuras, se han convertido en la seña de identidad de estos pueblos
negros.
Por el valor que
representan, no solo a nivel arquitectónico, sino etnográfico y paisajístico de
gran importancia en Europa, este conjunto de localidades, en la actualidad, se
encuentra en proceso de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
A menos de 90 minutos
de Madrid, la ruta discurre por la Sierra Norte de Guadalajara en las laderas
de la Sierra del Ocejón, dentro de la Zona del Macizo de Ayllón limitando con
Segovia. La Ruta de los Pueblos Negros garantiza un viaje a otra época, a lo
más auténtico de la naturaleza.
Ruta
Desde Guadalajara
partimos hacia Tamajón, localidad considerada como la puerta de entrada a estos pueblos negros,
donde tomaremos un café y visitaremos la Iglesia románica, la Casa Palacio de los
Mendoza y los restos de un castillo árabe conocido como "El Castillejo".
Volvemos al autobús y
en las proximidades nos encontramos con la "Ciudad encantada de Tamajón", un paraje de
interesantes formaciones de roca caliza donde se encuentra la Ermita de la Virgen de
los Enebrales.
Continuamos la ruta
por los pueblos de Campillejo, El Espinar (ambos con importantes muestras de la arquitectura negra en todo su
conjunto), Campillo de Ranas (muy conocido por ser la localidad que más bodas gays celebra y donde
se puede disfrutar del paraje del Valle del Arroyo del Soto), Robleluengo (con su típica y
serrana calle Mayor y el paraje del Valle de Majaelrayo) y situado a los mismos
pies del pico Ocejón (2.048 m) se encuentran la localidad de Majaelrayo, uno de los puntos de
mayor encanto de la ruta y dónde pararemos a comer.
Al otro lado del Ocejón,
en la ladera oeste, se encuentra la localidad de Valverde de los
Arroyos, la otra localidad emblemática de los pueblos negros. Un pueblo con una
perfecta simbiosis entre su conjunto arquitectónico popular (basado en La Plaza
Mayor, las calles y las casas con típicas balconadas de madera) y el
paisajístico, donde la visita a La Chorrera de Despeñalagua es inevitable.
Numerosos arroyos y torrenteras confirman el porqué del nombre del pueblo y
forman un bello panorama en su descenso vertiginoso por los picachos del
Ocejón, las Piquerinas y el Cerro del Campo. Otros pueblos de gran belleza
son Almiruete y Palancares.
Después de comer cabe
la opción de parar en Cogolludo para visitar el Palacio de los
Duques de Medinaceli (joya renacentista del siglo XV), la Colegiata (siglo XVI)
donde se puede contemplar el cuadro de Ribera "Los preliminares de la
Crucifixión de Cristo" y las ruinas del castillo.
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